Por Arq. Martín Pérez Céspedes
“No es tanto lo que hay que cambiar en la construcción, sino el modo de vivir”
Rudosky
Solemos cambiar solo cuando nos enfrentamos a una crisis, un trauma a alguna clase de diagnóstico de salud deprimente. Podemos aprender y cambiar en un estado de pena y sufrimiento, a hacerlo en un estado de alegría e inspiración. No es necesario esperar a sentirnos tan mal que nos veamos obligados a cambiar.
Pues bien, en estos tiempos complicados de pandemia y post covid 19, debemos dejar el hábito de ser el mismo de siempre, cambiar alguna mala actitud de nuestra personalidad, enfocarte en el sentido de la vida, reaprender, reinventarte, crear una nueva mente; activar y condicionar el cuerpo a una nueva emoción artística; disponer de una energía nueva para diseñar y crear un nuevo destino.
Así es la Arquitectura del presente y no es probable que ni los tiempos turbulentos ni los cuestionamientos puedan cambiar esta realidad en los años venideros… En una época en la que cualquiera puede ver arquitectura en internet, se apuesta por tomar decisiones, por mostrar lo que es bueno sin presiones a influencias indebidas, es esta una elección vital, si un propósito determinado que ser co-creador.
Por el momento, es algo que se limita a los arquitectos más conscientes del arte, mañana, el oscuro reflejo de esta época turbulenta estará mucho más presente. Y del caos puede surgir un nuevo orden evidentemente, la oscuridad tiene límites como impulso creativo, y esta época también podría ser de las inversiones, los desequilibrios y las contradicciones.
Es posible que tengamos un período de dudas y tinieblas, sin esperanza ni optimismo, el dinero, el poder y la ambición no bastan para insuflar vida a nuevos rumbos.
Ante la nueva normalidad debemos sacar aspectos positivos del confinamiento o cuarentena; y es a que a veces poner cierta distancia en tiempo y lugares nos ayuda a alejarnos un poco de las cosas y analizar, meditar.
“La buena arquitectura, también se diseña desde la meditación”
Arq. Nery Oxman
Repensar temas fundamentales de nuestra vida, la sociedad, el cambio climático, ver lo frágil que es nuestro planeta. Redescubrimos el espacio importante de la vivienda que se expresa en el buen diseño para mejorar nuestra calidad de vida. Nuestra casa debería ser un espacio saludable, una terapia, un espacio de placer, de disfrute; la flexibilidad de funciones como el estar- estudio- juego, la inclusión de balcones- terrazas en los departamentos (la ordenanza 4100 del Gobierno Autónomo Municipal de Cochabamba, prohíbe en la zona central de Cochabamba volados) y eso debe cambiar porque la llajta se aprovecha por su clima templado, los espacios exteriores, patios, terrazas como lugares de convivencia mutua, relacionamiento, etc.
«El aire libre también es arquitectura»
George Santayana
En la actualidad muchos edificios multifamiliares no consideran las terrazas y balcones en sus fachadas monolíticas antiestéticas.
La evolución del mercado inmobiliario incita a tener una casa en el campo, vuelve hacer una opción atractiva, pero el sentimiento de ciudad Kanata, lo urbano, el cercado, es algo que no deberíamos renunciar y eso trae consigo que la expansión de la Metrópoli – eje Sacaba cercado Quillacollo, Sipe Sipe, no debería seguir destruyendo el entorno rural de nuestras hermosas provincias, sería muy peligroso. Es mejor devolverles su identidad, humanidad y dignidad a las periferias también de nuestra urbe.
“A mí lo que me preocupa es la idea de que la gente se distancie de forma permanente por miedo al virus, espero que no hagamos una arquitectura que separe… necesitamos seguir teniendo lugares donde la gente se pueda reunir, donde se celebran los rituales de la convivencia, de la pertenencia a una comunidad… el sentimiento de comunidad se impondrá al miedo”
Arq. Renzo Piano
Rescato lo que dijo el arquitecto Cristian Dávila (La Paz) ganador de la VII Bienal Internacional de Arquitectura de Santa Cruz (BASC) 2020 “La buena arquitectura no debería cambiar mucho, porque siempre ha buscado llevarse bien con la naturaleza y el ahorro energético”… o como diría también la arquitecta boliviana Vanessa Padilla “Los espacios deben ser diseñados desde una mirada multifuncional y deben además contar con condiciones ambientales óptimas de iluminación, ventilación y acústica”.
El tiempo tendrá un efecto sanador, hacen falta respuestas en el ambiente del sistema sanitario, seguro que ahora será prioridad la construcción de mejores hospitales, los arquitectos no deberíamos sentirnos presionados para defendernos del virus.
El futuro de la arquitectura cochabambina como el de la economía, es difícil de predecir, las cosas suceden y no todo lo que sucede es bueno, existen importantes factores subyacentes en el desarrollo económico como de la arquitectura, también depende del pesimismo o el optimismo.
Vivir la vida creativamente, con autenticidad, la mayoría de la gente cuando intenta crear algo, lo hace en un estado de carencia, de baja autoestima o de alguna emoción limitadora, en lugar de hacerlo en un estado de gratitud, entusiasmo y plenitud, es allí cuando el campo cuántico te responde mejor.
Algún día regresará la actitud optimista y la creatividad alumbrará una nueva arquitectura, innovadora y ecológicamente responsable y aunque muchos sufriendo y en declive; profundos cambios vendrán, edificios y proyectos se convertirán en la base de este proceso, cuando este momento llegue, el mundo habrá cambiado, responsables del despertar de una nueva conciencia.
La arquitectura no solo responde a una necesidad, sino a deseos y esperanzas
Hay que habitar el espacio interior. Estos meses de cuarentena, tuve el privilegio de encontrarme conmigo mismo, en un tiempo de calidad humana, haciendo deporte, alimentándome saludablemente, realizando proyectos como una huerta urbana en mi casa y momentos de mucha meditación espiritual. También sin la exigencia de la rapidez de un cliente, me inspiré en varios proyectos que dieron resultados muy innovadores.

El futuro de la arquitectura cochabambina como el de la economía, es difícil de predecir, las cosas suceden y no todo lo que sucede es bueno, existen importantes factores subyacentes en el desarrollo económico como de la arquitectura, también depende del pesimismo o el optimismo.