Por Lilian Castillo
¿Conoce usted qué es educación vial? Seguro que sí, muchos de nosotros poseemos información sobre este tema, pero ¿practicamos la educación vial? Aunque muchos respondan que sí, en algún momento de apuro u otro, la dejamos de lado.
Un ejemplo, los pasos de cebra, que tienen el fin de proteger al transeúnte de los motorizados son poco utilizados y poco respetados por peatones y conductores, ya que estas líneas son por las que deberíamos utilizar cuando estamos por la calzada.
¿Qué es un paso de cebra? Son rayas blancas pintadas en el suelo, paralelas a la acera, por allí deben circular los peatones. Su origen fue en 1949 cuando George Charlesworth, director de un laboratorio de investigación de la carretera en Gran Bretaña, estaba preocupado por el ascenso de atropello a peatones que cruzaban la calle, porque cada vez había mayor número de automóviles. George tuvo la idea de pintar señales en la calzada, creando lugares específicos por donde el peatón podía cruzar de forma segura. De manera experimental se pintaron 1.000 pasos de colores azul y amarillo en todo el país, la idea fue exitosa para peatones y conductores, además ayudó a bajar la cantidad de accidentes en corto tiempo.
En nuestro medio la mayoría de la población no respeta el paso de cebra, poniendo en peligro su seguridad. En la sede de gobierno el municipio tiene años con un proyecto que trabaja esta temática que fue replicada en otros departamentos, incluso otros países mostraron su interés por aplicarlo, son las famosas cebritas que con una actitud positiva conquistan a la población y le enseñan a utilizar estos pasos de peatones, aún así no se logra la aplicación de esta medida ni por peatones, ni conductores. Lo ideal sería que cada persona tome conciencia de esta situación que va en beneficio solamente de su seguridad.