Por Madeleyne Aguilar Andrade
Los encofrados – moldes para el hormigón en su estado fresco- son esenciales para el proceso de construcción. Si bien, aún se usan los clásicos de madera, ha habido una evolución importante en los materiales y aplicaciones. Dos ingenieros especialistas aconsejan sobre la implementación, advierten sobre errores que pueden cometerse y los riesgos que implican.
Román Osvaldo Arce Quisbert es consultor en Ingeniería Estructural y se dedica a la construcción. Actualmente trabaja en el Alto de La Paz frente a la Terminal Provincial.
“Al pasar de los años, se presentaron grandes cambios con el progreso de la tecnología. Primero fueron los encofrados de madera. Luego los metálicos. Hoy, ya se tiene de moldes de plástico”, explica.
Quisbert fue testigo de esa evolución porque estuvo involucrado en la construcción desde niño. “Comencé como ayudante para recoger clavos. Vivía con mi abuelo y siempre cuando me recogía del kinder, él le decía a la vendedora de frutas que yo sería el ingeniero de su familia”, narra.
La profecía se cumplió. A sus 43 años, tiene casi 40 años de experiencia en construcción. Es ingeniero civil especialista en Teoría de las estructuras.
“Siempre estudié y trabajé. Fui ayudante durante 18 oportunidades en la Universidad. Después de concluir la carrera de ingeniería civil, hice una especialidad teoría de las estructuras. Además tengo diplomados en ingeniería estructural, educación superior y matemática superior”, apunta Quisbert.
Actualmente además de trabajar dicta clases. En la Escuela Militar de Ingeniería (EMI) dictó la materia de Elementos Finitos y Teoría de la elasticidad. En la universidad Mayor de San Andrés, Facultad de ingeniería, dicta ayudantía de matemática, física, Cálculo uno. Cálculo dos, Ecuaciones diferenciales.
Esa experiencia académica u profesional, le permite dar algunos consejos para la implementación de encofrados. Comenta los beneficios de los encofrados y señala que también tiene riesgos.
“En el momento de vaciar éste puede que colapse. Entonces se puede perder el molde, el hormigón de vaciado. Algo muy perjudicial porque al colapsar se pueden incluso perderse vidas”, alerta.
Consejos para encofrados
Primero, se debe elegir qué tipo de encofrado se necesita. “Por ejemplo, para una losa se debe definir el acabado: el hormigón visto, el cual nos permitirá elegir el tipo de encofrado. Para ese caso de hormigón normalmente se utiliza encofrado metálico por su acabado”.
El segundo consejo es que no se debe considerar que el encofrado para un mismo tipo de elemento estructural es estándar. Se debe realizar el cálculo del tipo de tablero, la separación de las costillas, la separación de los puntales.
“Todo sigue un proceso de cálculo. No debe ser realizado a ojo, aún peor si son estructuras especiales”, comenta el ingeniero.
Los requisitos que deben cumplir los encofrados son:
- Resistencia, debe ser suficiente como para resistir la presión del hormigón fresco, cargas eventuales durante el proceso constructivo y el precio propio del molde.
- Rigidez, deben ser rígidos para resistir el vaciado y alisado del hormigón, así como el vibrado correspondiente.
- Durabilidad, conseguir la posibilidad de usarlos varias veces. Deben ser duraderos.
- Impermeabilidad al mortero, es esencial para evitar la segregación del hormigón y las consiguientes pérdidas del cemento.
- Textura superficial adecuada, para tener una correcta terminación.
- Economía, el bajo precio de los encofrados, el costo del tratamiento del hormigón a la vista, la posibilidad de usar el molde varias veces y la facilidad para desencofrar.
El ingeniero observa que algo negativo sucede en los últimos años y es la mala ejecución de los encofrados. “Por ejemplo, las estructuras tradicionales comunes, donde los maestros por ahorrar piezas de madera para la sujeción, prefieren utilizar alambres de amarre que están directamente amarrados a los aceros.
Cuando son retirados los encofrados no se puede cortar el alambre hasta terminar el elemento estructural. Le queda colgando alambres. “Éstos, al estar expuesto al medioambiente, se oxidan y eso se comunica al acero”.
Con esa mala práctica se reduce su durabilidad, que es otra variable más que se debe considerar para garantizar el tiempo de vida de la estructura.
Punto de vista
El ingeniero Luis Iván Quispe Nina, especialista en Puentes y Estructuras, aporta sus consejos respecto al encofrado en la construcción. Él actualmente es especialista en Puentes en la empresa Constructora López y Zambrana. Trabaja un proyecto de construcción de viaductos sobre la Nueva doble vía Santa Cruz Warnes.
“Para la construcción de puentes, se tiene variedad de métodos que cuentan con encofrados de varios tipos, desde los convencionales a los más elaborados. El encofrado deslizante de pilas que se usó en el Viaducto Kollpajahuira en Obrajes, o el encofrado de pila trepante que lo usamos en el Puente San Antonio de Padua en Miraflores son técnicas que aminoran el tiempo en la construcción”, señala.
Explica que, ya en la superestructura, se usan encofrados modulares metálicos en el caso de vigas o dependiendo del método se puede llegar a emplear un carro de avance con su encofrado.
Coincide con Quisbert, con la importante evolución en implementación de los moldes. “Principalmente los encofrados en puentes cambiaron de forma trascendental. Antes era común el empleo de la madera, sin embargo, debido a cuestiones ambientales y a la calidad de acabados resulta eficiente el empleo de los encofrados metálicos”.
Quispe se ha dedicado a la construcción por 7 años. En ese lapso de tiempo construyó puentes viga convencionales, vigas pos tensadas a puentes en volados sucesivos, que son puentes mayores.
“El encofrado en la construcción es de vital importancia, y más aún cuando se tienen estructuras altas, que dependen de un buen cálculo estructural. Deben estar completamente asegurados y garantizados en cuanto a estabilidad. Omitir estas medidas nos pueden ocasionar problemas en el acabado del hormigón (deformaciones), o peor aún, accidentes al personal de construcción”, destaca.